El IRG y sus colaboradores analizan aquí la evolución de los procesos y dispositivos de control , las cortapisas que pretenden reforzar la responsabilidad de todos los actores de la acción pública. Con el desarrollo de prácticas derivadas de la sociedad civil (“control ciudadano”, “control social”), el control de la acción pública depende de un panel de actores diversificado (estatales y no estatales). Además, este último no sólo se dirige a los poderos públicos sino también al conjunto de actores implicados en la acción pública (empresas, ONGs…). Se intenta aquí estudiar las distintas modalidades de control, en qué permite de reforzar la eficacia y el impacto de la acción pública, notablemente contribuyendo en reducir el desajuste, muy a menudo constatado, entre los objetivos fijados de las políticas públicas y los resultados de su puesta en práctica. Más globalmente, es un factor importante de reconexión entre las poblaciones y las instituciones públicas y entonces de la legitimización de esas.

Más información: la corresponsabilidad del control de la acción pública [ PDF - Enlace ]